Desde el momento que supe que vendrías, esa cena, había dejado de ser, la típica cena navideña...nada es típico cuando estas tú... con esmero, dediqué buena parte del día a preparme...era el día, eran muchas las señales, demasiado el fuego que ardía en mis entrañas en cada roce casual de tu mano...
El destino se puso de nuestra parte o quizás lo forzamos...frente a frente, tan cerca que un cosquilleo subía por mis piernas instalándose en mis muslos,..entre brindis y risas...esa mirada que me cautivó, volvía a hacer de las suyas...
¿bailas? mis ojos se fijaron en los tuyos...un casi inaudible "sí" salió de mi boca...
cada parcela de mi piel se ponía en guardia...tus manos atrapando mi cintura jugaban a deslizarse siguiendo el ritmo de mis caderas...un movimiento de mi cabello, dejó mi cuello a tu merced...una caricia de tus labios estremeció mi alma...sabiéndome entregada a tus deseos, un susurro... pulsador de luces de colores...la estancia se iluminó, todo el aire olía a tí, el mundo desaparecía, para dejarnos el protagonismo de esta historia, que no había hecho, mas que comenzar...
sin soltarme de tu mano, seguí obediente cada una de tus huellas...
a solas, sin las miradas curiosas que nos habían seguido todo el camino...nos saboreamos por primera vez...dulzura, calor, cobijada entre tu varonil torso, aspiraba extasiada, cada partícula de olor, mezcla, tuya y mía...mi alma, convertida en relicario, atesora cada aroma, cada beso, cada caricia, a tí...
con la suavidad propia de la entrega de dos amantes, deshojamos apasionados, cada centímetro de piel...atrapada en tus fuertes brazos, me elevas al paraíso, con la dedicación de un buen artesano, laboras mi cuerpo, haciéndolo hermoso, deseable, dispuesto a tu entrega...
Así, en medio de ese torbellino de sensaciones, deseos, con el alma inquieta ...amaneció un nuevo día...llega la hora, he de prepararme para la cena...¿y tú?... DIVINA FANTASÍA