Cerré los ojos sintiendo el agua recorriendo mi cuerpo, un intento de relajarme, antes de tú llegada. Perfumé mi piel con ese aceite que tanto te gusta, despacio, recreándome en cada caricia de mis manos.
Como cada encuentro, el ritual para recibirte se hacía deliciosamente ansioso.
Perdida en mis pensamientos, daba el último repaso ante el espejo...
no oí tu llegada, el espejo me mostró tu imagen,
tu respiración golpea mis sentidos,
cada poro de mi piel se puso en guardia a la espera de tus labios en el hueco de mi cuello,
un giro en busca de tú boca que calme mi sed de tí... me lleva a perderme en tus ojos,
en ese silencio que habla... todo es perfecto...
una sonrisa canalla, despierta la bestia indómita que habita en mis entrañas
no sentí mi cuerpo deslizándose hasta el dormitorio,
tus manos buscaban la cremallera de mi vestido,
las mías se enredaban en los botones de tu camisa, buscando más piel,
cubriéndonos con saliva, cada pedacito que quedaba al descubierto,
me aprietas contra tu pecho al descubrir bajo el vestido ese conjunto que tanto te gusta, gemidos roncos salen de mi boca... al notar tu palpitar vibrante...
buscas mi nuca, tu torso varonil se adapta como pieza de puzzle, a la curvatura de mi espalda, el deseo arde entre mis piernas, al sentir tus dedos adheridos a mis caderas, tu virilidad abriéndose paso entre mi carne henchida, gritos de placer golpean las paredes, entre sudores de delirio placentero sigo el ritmo de tus embestidas ...en un esfuerzo porque no acabe esta deliciosa locura, reclamo tus labios, busco tu lengua enredada en la mía, a horcajadas sobre tí mi lengua dibuja tu cuerpo, tus manos ardientes acarician mi pecho, una mirada encendida me llama a apresarte entre mis piernas en un cabalgar seguro al reino de los placeres donde un torrente de esencias se mezclan para dar paso a la más deliciosa calma...entre caricias suaves...
La noche es larga...
lunes, 3 de octubre de 2011
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