Viviendo un paraíso en tus brazos...
descubriéndonos lo que solo habíamos hecho en nuestros sueños...la realidad superaba la ficción...todos mis sentidos conscientes de cada una de tus caricias,
de cada uno de tus besos...todo mi ser entregado al placer de la carne,
tu cuerpo invitaba a cumplir cada uno de tus deseos...
un recorrido delicado por mi espalda aferrándote a mis caderas,
una mirada intensa que avisa del momento...
siendo uno, la suavidad se convierte en embestidas, el mundo se para en ese instante, mis piernas enredadas en tu cintura,
mi boca atrapa la tuya, ahogando gritos de puro deleite...
una pequeña muerte en tu pecho, recuperando el aliento...
acunada por tus latidos que se van serenando...
un susurro al oído...pronto Divina, todo ocurre en el momento justo...pronto mi Fantasía.
jueves, 25 de noviembre de 2010
El olor a leña impregnaba el ambiente, el aire fresco de esa noche de invierno invitaba a acercarse al calor de las brasas...animada por otra mirada furtiva, mas desinhibidos despues de haber dado buena cuenta del vino...uno al lado del otro, tan cerca, que sentía el calor de tu piel...un roce de manos hizo que nuestros ojos se encontraran...sin decir nada y esquivando a la gente que nos rodeaba...nos alejamos.
Ocultos entre los árboles, nuestros cuerpos se funden en ese abrazo tan ansiado, perdimos la noción del tiempo y del lugar...unida a tus labios, descubriendo el sabor de tu boca...me dejé llevar por tus caricias...entregándote tú a las mías...
el sonido de la música, el murmullo de la gente, quedaba enmudecido por los latidos de nuestros corazones...sin casi darnos cuenta, ibamos descubriéndonos la piel...
inmunes a la brisa fresca, ardían nuestras pieles,
en un improvisado lecho de abrigos, a la luz de la luna...
nuestras miradas cuentan lo que tantas veces dijeron nuestras palabras,
hoy, aquí y ahora, la entrega de dos cuerpos que tanto se han deseado en la distancia.
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2 Fantasías:
Dejarse llevar... es el triunfo de antemano de los momentos.
Abrazo al alma, Divina.
Siempre.
El ritmo de tus latidos como banda sonora, aumentando, alcanzando el frenesí y poco a poco volviendo a la calma, al sosiego.
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