Dulce y eterna espera, quieta frente a tu puerta, imaginaba tu cara al verme...
Intento controlar mi cuerpo de las ansias por sentirte, la puerta se abre,
con ella, esas ganas locas de abandonarme a tus deseos,
tus manos atraparon mi cintura y aspiro tu aroma,
un ardor en mis entrañas, tú cuerpo respondía reconociendo mis caricias,
sin palabras, labios sobre labios...sobran telas,
mucho tiempo extrañando tu boca,
reencuentro entre sábanas impregnadas de deseo,
a pasión, que revive esa adolescencia lejana.
Una idea fija en la mente, absorber cada poro.. que brota de deseo, en cada roce..
Piel con piel, se estremecen mis sentidos... al notar tu lengua dibujando mi pecho...
latidos que mecen el baile de olores entrelazados,
fragancia a deseo inunda la habitación,
flaquean mis fuerzas cuando tus manos aferran mis caderas,
gemidos que mueren al contacto con tu piel,
con la mirada perdida en tus ojos.. viaja mi boca por tu torso, buscando calmar mi sed...
dedos como pinceles recorren mis muslos haciéndome estremecer,
sin pudor son tus labios los que se acercan,
tú lengua la que me eleva, hasta rozar las nubes con las yemas de mis dedos...
gritos de puro placer golpean las paredes,
la oscuridad se adueña de la estancia, sólo un instante,
sólo una eternidad...en la que mi cuerpo toma las riendas del tuyo,
en un galopar seguro y frenético, en el que todo vale,
hasta caer exhaustos, bañados uno en el otro, calmando latidos con caricias, ahogando alientos, en besos húmedos.
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